miércoles, 19 de marzo de 2008

Belle... de jour

Por norma general, el maquillaje de día es más suave que el de noche (aunque no por ello menos elaborado). Durante el día, intentamos conseguir un resultado natural y favorecedor, mientras que la noche permite más licencias, principalmente en los tonos. Los pasos de un maquillaje de día son los siguientes:

1- Limpieza de la piel y aplicación del tratamiento de día.

2- Corrector: aplícalo en la zona de las ojeras, en las aletas de la nariz y sobre cualquier zona del rostro que muestre alguna rojez o imperfección.

3- Base o fondo de maquillaje: tienes muchas opciones, desde las bases líquidas a los polvos compactos. Lo más importante es evitar el efecto máscara: recuerda extender la base también por el cuello, escote (si llevas), cerca de las orejas, sienes, etc.

4- Sobre la base, aplica unos toques de iluminador en pómulos, arco de Cupido, rabillo del ojo y cualquier parte en la que quieras obtener un punto de luz.

5- Polvos sueltos: puedes utilizarlos solos o sobre la base, para conseguir una piel perfecta. Utiliza una brocha ancha y con el pelo bien suelto, y tras impregnarla de producto, sacúdela ligeramente para eliminar el exceso de producto. Igual que con la base, no olvides cuello, escote, orejas, etc.

6- Ojos: elige los tonos de las sombras según tus gustos y cómo vayas a vestirte. Los beiges, marrones y anaranjados son una opción segura para todas las épocas del año. Maquilla y perfila sin marcar demasiado el ojo, mejor deja los ojos de mujer fatal para la noche.

7- Pestañas: sea cual sea tu color de ojos, la máscara en marrón te dará un look más natural, mientras que el negro es más espectacular.

8- Cejas: péinalas bien, perfílalas con un lápiz o sombra si es necesario y utiliza un fijador específico si las tienes rebeldes.

9- Labios: como en el caso de los ojos, para el día es preferible utilizar brillos incoloros o tonos suaves, como los rosas, anaranjados, beiges y marrones claros. Si los perfilas, recuerda difuminar el perfilador con un pincel, y utilizar un tono neutro (color carne), como tus labios o similar al del color con el que vas a rellenarlos.

10- Colorete: elige uno que dé más vida a tu rostro y realce tus rasgos. En tonos rosas te dará un aire romántico, como de muñeca, mientras que los naranjas , corales o marrones claros aportan vitalidad y naturalidad. Aplícalo sobre los pómulos (veremos más adelante cómo sacarle el mayor partido al colorete), y da unos ligeros toques también en la frente, nariz y barbilla, para darte un aspecto más uniforme y un efecto "buena cara".

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