
Para tener un
cabello bonito, sano y brillante, no tienes más que seguir unas sencillas pautas, que te ayudarán a mantenerlo cuidado con el mínimo esfuerzo.
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Cepillado: es fundamental para mantener una melena brillante y favorecedora. A la hora de cepillar tu cabello, sobre todo si está enredado, empieza siempre
desde la mitad hacia las puntas, y una vez que esté desenredado, pasa a cepillarlo desde la raíz. Así,
evitarás que se rompa, y mantendrás sanas las puntas. Elige un cepillo de
cerdas naturales, ya que las sintéticas electrizan el pelo. Antes de lavarlo, y una vez aclarado, cepíllalo para eliminar todos los nudos.
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Lavado: no conviene lavar el cabello más de
3 veces a la semana, sobre todo si después vas a utilizar el secador, ya que sufre mucho, y es más fácil que se engrase. Elige siempre
productos adecuados para tu tipo de pelo: normal, seco, con tendencia a graso, teñido, con mechas… así conseguirás realzar su belleza natural. No utilices nunca los productos 2 en 1, opta por
un champú y un acondicionador. Si llevas el pelo largo, al menos una vez a la semana aplícate una
mascarilla nutritiva, así evitarás que pierda fuerza y brillo, y conseguirás
potenciar su vitalidad. Si tienes el pelo graso, a la hora de utilizar el acondicionador o la mascarilla
nunca los apliques sobre las raíces, ya que puedes engrasarlo más: aplícalo desde la mitad de la melena hasta las puntas. Para conseguir un brillo espectacular, además de activar la circulación sanguínea del cuero cabelludo, utiliza
agua fría para el último aclarado.
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Secado: el secador eléctrico es uno de los peores
enemigos del cabello, ya que lo reseca, puede electrizarlo, y hace que se vuelva más
frágil y quebradizo, especialmente si las puntas están abiertas. Intenta utilizarlo
lo menos posible, y cuando lo hagas, mantenlo como mucho a 10 centímetros del cabello, no lo acerques más. Siempre que puedas,
elimina el exceso de humedad con una toalla, y déjalo secar al aire.
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Verano: en los meses de verano el cabello necesita un poco más de atención, ya que el sol, el cloro de las piscinas y la sal del agua de mar hace que se
reseque con mucha facilidad y sufra mucho. Siempre que salgas del agua (ya sea en la playa o en la piscina)
acláralo para eliminar el cloro y la sal, y desenrédalo con cuidado. Si tiende a enredarse, después de aclararlo puedes utilizar un
acondicionador en spray sin aclarado, que te ayudará a eliminar los nudos evitando que se rompa. Además, sobre todo si lo llevas teñido o con mechas, es muy conveniente aplicar un
protector solar para el cabello cuando vayas a tomar el sol o a bañarte.
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Aparatos eléctricos de modelado: los rulos, las planchas y rizadores o las tenacillas son muy
perjudiciales para tu cabello. Si quieres alisarlo, nunca utilices la plancha de la ropa, elige
planchas de cerámica, que aunque también son agresivas, lo son menos que las metálicas. Las tenacillas y los rulos también hacen sufrir mucho al cabello, intenta
usarlas lo menos posible, y aplica un
protector térmico antes. Si utilizas tenacillas o rizadores, no dejes pasar más de 10 segundos por mechón de pelo, y no repitas la aplicación.
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Puntas: si te gusta llevar el pelo largo y te cuesta mucho cortártelo, aunque sea las puntas, utiliza un
reparador de puntas después de cada lavado, que las protege, ayuda a que no se abran, y las fortalece en el caso de que ya estén abiertas.
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Corte: lo ideal es cortar las puntas al menos
un par de centímetros al mes. Elige un corte que te
favorezca y realce la forma de tu rostro. Para los rostros cuadrados, lo ideal son los cortes capeados con flequillos y volumen, ya que quitan dureza a los rasgos. Los triangulares, generalmente se ven favorecidos con cortes largos y con volumen, mientras que para los rostros con forma redonda, conviene elegir un corte liso y con poco volumen.