Pese a la infinidad de fragancias que podemos encontrar, tanto para hombre como para mujer, todas ellas se engloban en sólo
seis familias olfativas, cada una con sus aromas característicos. Como si fuera un músico, el
perfumista elabora toda una
historia alrededor de un tema, que será
la familia principal del perfume. Alrededor de este “tema central”, aparecen
otras notas, que constituyen las
subfamilias. Cada una de las fragancias de una determinada familia olfativa comparte
características comunes con el resto de fragancias de su familia, aunque a priori no se parezcan entre sí. Estas son las familias olfativas:

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Chipre: son fragancias
ricas y persistentes, con
mucho carácter y fácilmente reconocibles, y que cuentan con una base de
musgo de roble,
bergamota,
pachuli,
sándalo… Se integran muy bien con los acordes
frutales (melocotón, frutas exóticas, ciruela) y
florales (muguet, rosa, jazmín). Son perfumes especialmente indicados para la noche, ya que son
intensos y seductores.

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Florales: ésta es la familia
más amplia dentro del panorama de las fragancias, y sus notas están presentes en
más del 60% de los perfumes. Tienen un toque
delicado, femenino y romántico, ideal para utilizar durante el día o en las noches de verano. Pueden caracterizarse por el
aroma a una sola flor, o ser el resultado de una
mezcla de flores. A menudo se combinan con acordes
frutales, hespérides o especiados.

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Hespérides: prácticamente todos los
perfumes frescos se encuentran dentro de esta familia, que tiene en sus notas más características los aromas
cítricos, como la
naranja, la mandarina, la lima, el pomelo, la bergamota o el limón. Son perfumes
frescos, alegres y ligeros, perfectos para utilizar de día.

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Orientales: son las fragancias más
cálidas y sensuales, en la que las notas de
vainilla, canela, ámbar, almizcle, especias, musgos y maderas se mezclan con los acordes más
exóticos. A menudo se combinan con acordes y notas
florales. Muy femeninas
, misteriosas y sensuales, son fragancias especialmente indicadas para la noche.

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Aromáticas: sus principales ingredientes son las
plantas aromáticas, como el romero, la salvia, el tomillo, el helecho y la lavanda, acompañados normalmente de
toques hespérides y especiados. Junto con la familia de las maderas, son los dos grupos que predominan en los
perfumes masculinos.

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Maderas: el
cedro, el vetiver, el pino o el sándalo son algunas de las notas principales de estas fragancias con
corazón amaderado, muy
masculinas, secas, elegantes y cálidas. A menudo se acompañan con
toques hespérides o aromáticos, y en ocasiones, incluyen notas de
cuero.
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