Especial Perfumes IV: ¿Cómo elegir un perfume?

El perfume no es sólo un complemento de belleza o un producto de higiene, sino un medio de comunicación con el exterior. Hay quien dice que el perfume idóneo para una mujer es aquél que hace que un hombre gire la cabeza a su paso, o que otra mujer le pregunte qué perfume lleva.

Lo que está claro es que es una elección muy personal, que no debe hacerse a la ligera, ya que por medio del perfume transmitimos a los demás una buena parte de nosotros, como nuestra personalidad o nuestro estado de ánimo, y provocamos distintas sensaciones y emociones. Es, además, una de las armas de seducción por excelencia, tanto para hombres como para mujeres.

Por ello, es importante tener en cuenta varios puntos antes de decantarse por uno u otro.

- En primer lugar, hay que saber que el mismo perfume huele de manera diferente en cada persona, dependiendo de varios factores, como son el ph de la piel, la hidratación, la temperatura corporal o la secreción sebácea, entre otros. Por este motivo, no se debe comprar un perfume porque nos guste cómo le sienta a otra persona, hay que probarlo antes, ya que la diferencia puede ser abismal.

- El sentido del olfato es más agudo por la mañana, por lo que es el mejor momento del día para probarlos.

- Es muy importante probar una fragancia sobre una piel totalmente limpia y libre de perfumes: incluso la crema hidratante corporal puede modificar su aroma.

- Aplícalo en la parte interior de la muñeca o en un papel secante. Dale unos segundos para fijarse, y a continuación, inhala su aroma y piensa qué sensaciones te produce. A continuación, espera alrededor de 15 minutos y vuelve a olerlo: ya hemos visto en la estructura del perfume que sus notas varían de una manera muy sutil desde la aplicación. Es preferible hacerlo sobre la propia piel, ya que así percibirás los matices que tiene ese perfume en ti.

- Nunca pruebes muchos perfumes de una vez: nuestra memoria olfativa no está preparada para retener el aroma de más de 3 fragancias, y se satura fácilmente. Además, entre una y otra, es recomendable aspirar el aroma de granos de café (en muchas perfumerías verás frasquitos que los contienen), ya que “limpian” la nariz y eliminan las impresiones del perfume que has probado anteriormente y la “fatiga olfativa”.

- Perfúmate siempre en las zonas de pulso, como son cuello, escote, muñecas, parte posterior de las rodillas…

- No huelas una fragancia directamente del frasco, ya que sólo percibirás las notas más fuertes, ácidas o intensas.

- Al igual que cambiamos de ropa según el momento del día o del año, es recomendable hacer lo mismo con las fragancias, ya que cada una tiene su momento: las más frescas son ideales para la mañana y los meses de verano, pero no para una cena romántica, mientras que las más intensas y sensuales son perfectas para la noche, aunque no para ir a trabajar.

Por último, el factor más importante a tener en cuenta a la hora de elegir un perfume es tu personalidad, pero de este tema hablaremos el próximo día...