Sus resultados son espectaculares, y ya que sólo contienen ingredientes naturales, puedes olvidarte de todo tipo de alergias o efectos adversos. Para que no se estropeen y mantengan intactas todas sus propiedades es necesario guardarlas en la nevera (en las tiendas Lush las encontrarás expuestas sobre hielo); y dado que no contienen ningún tipo de conservantes, tienen una caducidad de dos semanas. Además su precio aproximado es de 7,75 euros. Buenas, bonitas y baratas, ¿qué más se puede pedir?
La amorosa: ideal para las pieles mixtas y grasas, esta mascarilla equilibrante y desintoxicante suaviza, controla la producción de grasa y elimina los brillos.
Anti-catástrofe: si tu piel es muy sensible y reactiva, con tendencia a irritarse y descamarse, utilízala 2 o 3 veces por semana. ¡Es mejor prevenir que curar!
Verdad sagrada: para luchar contra los primeros signos de la edad. Esta mascarilla a base de papaya, linaza, mantecas de coco y karité y miel te ayudará a mantener tu piel joven y luminosa.
Cupcake: aviso, ¡no es comestible! Menta y chocolate para luchar contra los granitos y las impurezas propias de las pieles más jóvenes y problemáticas.
Terminator cosmético: por fin, una mascarilla para regular y eliminar las impurezas de las pieles que son al mismo tiempo grasas y sensibles. Rica en antisépticos naturales, limpia a fondo la piel y cierra los poros.
BB Seaweed: ideal para cuando quieras estar radiante, y para todo tipo de pieles. Limpia, exfolia, es astringente, y para rematar, tiene un ligero efecto lifting.
Miel por la cara: desintoxicante para pieles cansadas y castigadas. También podría llamarse “la mascarilla del día después”, pues es ideal para recuperar la piel tras una noche de juerga.
La básica: refrescante y calmante para emergencias faciales. Calma la piel irritada gracias a su alto contenido en aceites esenciales de sándalo, lavanda y camomila, y ayuda a equilibrar el ph.
Ayesha: la “fórmula mágica” de Lush. Limpia delicadamente, relaja, descongestiona y tonifica la piel, además de actuar como un “minilifting”. Póntela antes de una cita importante o una cena romántica para estar perfecta.