domingo, 27 de julio de 2008

Sugaring: la depilación más delicada

Si tienes la piel muy sensible, y cada depilación es un verdadero martirio, puede que éste sea tu sistema ideal de depilación para evitar las molestias típicas de la depilación con cera caliente, como son quemaduras, moratones, enrojecimiento de la piel, etc.

El tratamiento Sugaring, que se aplica a temperatura ambiente y no arranca la piel, sino solamente el vello, está hecho a base de una mezcla de azúcar y limón, y es ideal para todo tipo de pieles, especialmente para las más sensibles y reactivas.
Después de limpiar perfectamente tu piel, te aplicarán el producto en finas capas, que se retiran con tiras desechables de algodón, para una sensación aún más suave. A continuación, los residuos (mínimos), se retiran con agua tibia.

El resultado es una piel increíblemente suave y tersa, ya que además de depilar, el tratamiento elimina las células muertas y deja tu piel sin rastro alguno de vello, incluso el más corto, ni esos antiestéticos puntitos. El precio es más o menos el mismo que el de la depilación con cera, aunque depende de los centros, y aunque también es molesto, lo es menos que con la cera.

Por ejemplo, si eliges el centro Castellana Zen, la depilación de piernas completas te costará 23 euros, las axilas 12 euros, y las ingles brasileñas 18 euros. Vale la pena probarlo, ¡verás como repites!

Hazlo tú misma

También puedes intentarlo en casa: sólo necesitas una taza de azúcar, un limón y una cucharada sopera de agua. Pon el agua, el azúcar y el zumo del limón a fuego lento en una sartén, y remueve constantemente, hasta que el azúcar esté totalmente disuelto, y en cuanto lo esté, retira la sartén del fuego, y espera hasta que la mezcla esté tibia, casi fría.

Con ayuda de una espátula o una cuchara de palo ve extendiendo la mezcla en pequeñas tiras, déjalas actuar unos segundos, y retíralas con tiras de algodón (puedes hacerlas, por ejemplo, cortando una camisa vieja). A continuación, para terminar, pasa por la zona que hayas depilado un paño empapado en agua tibia, y eliminarás todos los residuos. En los centros estéticos utilizan tiras desechables por higiene, pero si lo haces en casa puedes lavarlas en casa y reutilizarlas, ya que sólo las utilizarás tú.

Como os comentaba al principio, la mayor ventaja de este sistema de depilación, que ya se utilizaba en el antiguo Egipto, es el hecho de que no tira de la piel sino sólo del vello, por lo que incluso en las zonas más sensibles, como las ingles, tu piel estará a salvo de molestias, rojeces e irritaciones.

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