Belleza Made in Japan

Japón no es sólo pionero en avances científicos, tecnología y electrónica o tendencias de moda: en el campo de la belleza, y de forma más específica en la cosmética, es uno de los países que más invierten en investigación, y buscan la perfección de sus productos, tanto en su efectividad y calidad, como en el packaging y la presentación en general.

Como en muchos otros aspectos de la cultura japonesa, en el campo de la cosmética la armonía y el perfecto equilibrio son dos de los pilares fundamentales. Detalles tan curiosos como el ruido que hace el tapón al cerrar un frasco se cuidan hasta el máximo. Huyen de las estridencias, cuidando que no se presenten de ninguna manera, desde en el diseño hasta en la fragancia: de hecho, la mayor parte de los productos de firmas japonesas tienen aromas muy suaves, a veces casi imperceptibles, y esto se debe a la idea de que el perfume es para que lo disfrute uno mismo, y que demasiado “olor”, aunque sea agradable, puede molestar a las personas que tenemos alrededor. Por eso, no encontrarás fragancias ni cosméticos japoneses con aromas fuertes o muy persistentes.

La belleza de la piel y la costumbre de cuidarse para mantenerla es una tradición que se implanta en las niñas japonesas desde que son muy pequeñas. Este hecho, unido a que generalmente no suelen tomar el sol (la mayor causa de envejecimiento de la piel), hace que su piel tenga un aspecto mucho más uniforme, sano y bonito que el de la gran mayoría de mujeres occidentales.

Por otra parte, mientras que las mujeres occidentales emplean en su cuidado de belleza diario menos de 10 minutos, en países como Japón el tiempo no baja de los 25. Además, mientras que las asiáticas utilizan una media de 21 productos de belleza al día, las occidentales no suelen pasar de 7.

Kanebo, Shiseido, Kenzoki o SK-II son algunos ejemplos de firmas japonesas de cosmética de lujo, que ofrecen productos de altísima calidad. Vamos a conocer un poco más de ellas.

SK-II

Presente en el mercado español desde principios de 2007, es la marca líder de cosmética en Japón, Malasia y Hong Kong.

Su nombre significa “secret key”, aludiendo a su ingrediente estrella, la pitera, un líquido transparente que se extrae al destilar la levadura de arroz, descubierto por un monje japonés, que se dio cuenta de que hasta los trabajadores más ancianos de las destilerías de sake tenían la piel de las manos joven y tersa, como consecuencia del contacto constante con el ingrediente.

Shiseido

Desde su nacimiento en 1872 como la primera farmacia privada al estilo occidental, situada en el exclusivo barrio de Ginza, en Tokyo, Shiseido ha ido creciendo hasta ser el cuarto grupo a nivel mundial dentro de la industria de la belleza. En 1921 establecieron 5 principios que son los pilares de la filosofía de la firma: calidad primero, prosperidad compartida, respecto por los clientes, estabilidad y sinceridad.

Es una marca pionera desde su nacimiento: en 1888 introdujo la primera pasta de dientes, y años después, el primer complejo vitamínico, y en 1897 lanzó su primer producto cosmético. Su nombre, en kanjis (shi-sei-do), significa “la casa del bienestar”.

Kanebo

Una marca que es sinónimo de excelencia, que comparte dos características con Shiseido: se fundó a finales del siglo XIX (en 1887), y sus inicios no están relacionados con el mundo de la cosmética, ya que en un principio se dedicaba a la industria textil.

Tras descubrir que las trabajadoras de la seda tenían las manos suaves y perfectas, decidieron lanzar su primera crema facial, a base de seda. En la imagen, su producto estrella: Kanebo Sensai Premier The Creme (aproximadamente 600 euros).

Kenzoki

Es la división de cosmética de la firma de moda Kenzo, parte del grupo LVMH. Con sus cuatro líneas de producto, ofrece un amplio abanico de magníficos productos basados en las propiedades de las plantas,: vapor de arroz, la línea sensual; loto blanco, relajante; hoja de bambú, refrescante, y flor de jengibre, energizante. Imprescindibles.