lunes, 14 de abril de 2008

Cuida tus pies

A menudo sólo nos acordamos de los pies al empezar la temporada de sandalias, y en invierno se nos olvidan, ya que están casi todo el tiempo escondidos entre botas, medias y calcetines. Unos pies cuidados son muy importantes para tu bienestar general, ya que aguantan el peso durante todo el día, y son los responsables de la estabilidad del cuerpo.

Para tener unos pies sanos y cuidados, sólo tienes que incluir unas sencillas pautas en tu día a día: cuando te exfolies el cuerpo en la ducha no te olvides de los pies, elige un producto específico y aplícalo insistiendo en la zona de los talones, que tiene mucha tendencia a resecarse y cuartearse. Además, frótalos suavemente con piedra pómez, y una vez fuera de la ducha recuerda que también necesitan hidratación. Dr. Scholl tiene una amplia gama de productos específicos para pies, como la Espuma Hidratante o la Crema para talones agrietados, que te vendrán de maravilla.

No te olvides de las uñas: sobre todo en verano, ya que unas uñas de los pies descuidadas hacen un efecto horrible. Córtalas con cuidado, evitando que queden esos molestos piquitos que pueden llegar a hacerte heridas, y píntalas del mismo tono que las de las manos, o al menos, con esmalte transparente.

A prueba de tacones: Los tacones, especialmente los altos y finos, como los stilettos (o de tacón de aguja) estilizan las piernas y te dan un toque de elegancia, pero también son una tortura para tus pies. Si te gusta mucho usarlos, intenta al menos racionarlos, y dejar los más altos para las noches o los fines de semana. Si vas a trabajar a diario con tacones de 11 centímetros no sólo tus pies se resentirán: también la espalda, sobre todo la zona de las vértebras lumbares.

La parte del pie que más sufre con tacones altos es el metatarso, justo a continuación de los dedos. Si utilizas regularmente exfoliante y piedra pómez, evitarás las dolorosas y antiestéticas durezas. Para aliviar un poco la presión que se ejerce sobre el metatarso con los tacones puedes utilizar plantillas de gel, te serán muy útiles especialmente con zapatos o sandalias de suela muy plana.

Los zapatos de tacón con plataforma, que además están muy de moda, son los más adecuados si vas a estar muchas horas con ellos puestos, ya que alivian la presión y son mucho más cómodos que los de suela plana.

¿Zapatos que muerden? Las rozaduras y heridas son muy frecuentes en los pies, principalmente en verano, ya que la piel va desnuda contra el zapato, sin la protección que aportan los calcetines o las medias. También son comunes a la hora de estrenar zapatos nuevos, pues están duros y tiesos. Para ambos casos, el stick anti fricción de Compeed te vendrá estupendamente: aplícalo sobre el pie en las zonas en que el zapato te roce, y no verás ni rastro de ampollas o rozaduras.

Por último, un truco: no hay nada mejor para unos pies cansados y maltratados por los tacones que ponerlos a remojo en agua muy caliente con sal gorda. Pruébalo después de una noche de fiesta o un día de compras, ¡notarás la diferencia!

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